CALENDARIO DE ADVIENTO
A falta de tres semanas para entrar en el mes de diciembre, ya podemos ver en numerosas tiendas y supermercados los tan populares calendarios de adviento presentados en diferentes formatos. Aunque, como característica similar, todos contienen las 24 casillas correspondientes a los primeros 24 días antes de navidad. En el caso de los adultos hay mucha variedad de productos escondidos detrás de cada número. Sin embargo, los/as niños/as van a encontrarse únicamente con chocolates y dulces de distintas formas y sabores, pero igualmente inapropiados, en mi opinión.
Por eso, hoy traigo un nuevo formato de calendario de adviento, en el que tanto la estructura como el contenido son totalmente personalizables. Se trata de plantearnos qué tipo de regalo queremos para nuestro/a hijo/a, sobrino/a, etc. y hacerlo. Así, estaremos ofreciendo a ese/a niño/a lo que consideremos más adecuado a su momento vital.
El modelo puede ser desde un árbol navideño hasta una caja con pequeños paquetes. Simplemente, se trata de usar nuestra imaginación. Incluso, si andamos faltos/as de ideas, siempre podremos preguntar a quien vayamos a regalarle el calendario que nos diga cómo le gustaría que fuera.
Una vez decidida la «cáscara», nos queda definir el interior. Lo propio sería regalar algo acorde a los gustos y edad del/de la niño/a. No tienen porque ser pequeños objetos o juguetes, sino que, alejándonos un poco de lo material, podríamos añadir también frases cortas en las que podremos, por ejemplo: valorar su comportamiento, esfuerzos, forma de ser, etc. o proponerles un plan (ir al parque, comer fuera, hacer junt@s un bizcocho…), entre otras cosas. El abanico de opciones puede ser infinito.
En definitiva, se trata de empatizar. Pensar en cómo es la persona y en lo que le gustaría recibir. Y después, construirlo. ¡El disfrute y la alegría están garantizados!